Tener a un futuro “Campeón” o a una futura “Campeona”
en casa, es una idea que nace desde que la feliz pareja se da cuenta que está esperando
a un bebé. Y es que el amor de padre no puede menos que desear el mayor éxito para
sus hijos.
Sin embargo, pocos padres son consientes de que los
logros de ese futuro campeón o campeona dependen única y completamente de ellos;
de su propia constancia y disciplina, de su empeño y pasión por las cosas que
hacen, de su visión y especialmente, de su compromiso.
Inscribirse en una escuela de talento, en un
campamento de verano, en clases de arte o en una academia deportiva, es una
responsabilidad, que aunque adquirida por los niños, no puede cumplirse sin el
apoyo y la constancia de sus padres. La participación, la disciplina, la
perseverancia, la puntualidad y la habilidad de trabajar en equipo, son herramientas
en el logro de metas de cualquier ser humano y son cualidades que solo se
logran por medio de los buenos hábitos adquiridos desde la niñez. Por eso, es
fundamental que los adultos tomemos total responsabilidad en el cumplimiento de
las actividades, en las que nuestros hijos se comprometen.
Excusas como “Estoy cansado”, “Hoy tengo pereza de
ir” y “no tengo disposición para cumplir el día de hoy” deben de ser inaceptables
para los padres. Si el menor acepta inscribirse en una actividad, debe cumplir
con cada clase u entrenamiento y participar de cada torneo, competencia o
tarea. Pero así mismo, es distorsionado e injusto, que a un niño se le pida lo
mejor de sí mismo o se le proyecte como a un “futuro campeón” cuando son sus
padres los que tienen una excusa para no acompañarlos o para no hacer posible
que sus hijos participen en dichas actividades.
Es verdad que muchos famosos han tenido logros sin
precedentes, aun cuando han sido abandonados o descuidados por sus padres, pero
también es verdad que estas personas sufren y lloran para llegar a sus
anheladas metas, y que aún tras las mayores satisfacciones, se enfrentan al
dolor interno del abandono, de vacios difíciles de llenar y muchas veces, de
sentimientos inciertos que no les permiten disfrutar a plenitud sus exitosas
carreras. Por otro lado, es increíblemente hermoso ver como muchos otros cantantes,
artistas, empresarios y deportistas famosos y victoriosos, hablan de la disciplina
y del apoyo incondicional que recibieron de sus padres cuando eran pequeños, y
de la alegría y el orgullo que sienten cuando tienen a quien dedicarles sus
triunfos y reconocimientos.
Cada historia de éxito viene acompañada de participación,
disciplina, perseverancia, puntualidad y trabajo de equipo. Aquellas virtudes
que se logran con mayor facilidad cuando se cuenta con el apoyo de unos padres amorosos
y lo suficientemente responsables como para exigirles a sus hijos, tanto y más
de lo que ellos les dan.
Haz que tus hijos participen. Haz que tus hijos
cuenten! Haz que tus hijos lleguen!
Por Mireya Posada.
VÍDEO
EL
VALOR DE LA DISCIPLINA
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